
Y es que en Hanna (Joe Wright), la niña sólo conoce la música por la definición que su padre le lee de la enciclopedia, y aún así, a pesar de no saber cómo suena, su gran anhelo es oír la música. Obviamente es una película, porque dudo mucho, que alguien viva sin música, es un hecho imposible.
Por lo demás la película es entretenida, con alguna interpretación buena (era obvio que con Cate Blanchett, Olivia Williams y Eric Bana algún que otro momento tiene que tener), pero sin mayores pretensiones, desde mi punto de vista, el tema daba para mucho más, pero supongo que el director/guionista/productor o quién tomase la decisión, era más amante de tiros, carreras y batallitas varias que de enlazar un argumento interesante. De todos modos choca el cambio de registro de un director acostumbrado a dirigir películas de época o al menos más tranquilos. Personalmente, si es vuestra única alternativa, vedla, si tenéis alguna otra podría ser más interesante la otra.
Por si tenéis curiosidad de qué música lleva sonando en mi domingo, os diré que de todo tipo: Gianna Nannini, Alex Britti, Our lady peace, Adele, Fiorella Mannoia...
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